10 enfermedades que pueden arruinar libido (y porqué afectan)
El deseo sexual en general, y el femenino en particular, no depende solo de las ganas. Es el reflejo de un equilibrio multifactorial entre hormonas, neurotransmisores, emociones y energía vital. Además de condición física, creencias mentales y por supuesto, estado de la relación.
Cuando alguna piezas se altera químicamente —por enfermedad, estrés o medicación—, el cuerpo puede “apagar” temporalmente la libido para priorizar funciones básicas de supervivencia. Es cómo cuando nuestros dispositivos se ponen en modo 'ahorro de energía'.
En este artículo exploramos 10 enfermedades comunes que pueden disminuir la libido y por qué entenderlas es clave para volver a sentirte conectada con tu cuerpo.
1. Hipotiroidismo
Cuando la tiroides funciona más lentamente, el metabolismo se enlentece y también la producción de hormonas sexuales.
Esto se traduce en fatiga, aumento de peso, piel seca y una clara reducción del deseo sexual. Además, el hipotiroidismo suele disminuir los niveles de testosterona libre, una hormona implicada en el placer sexual.
2. Hipertiroidismo
En el extremo contrario, un exceso de hormonas tiroideas acelera el organismo y aumenta la ansiedad, la irritabilidad y el insomnio, factores que reducen el deseo y la conexión emocional.
Este escenario puede ser contradictorio. A veces la persona con hipertiroidismo puede tener el deseo aumentado, pero a veces queda ahogado por su propia ansiedad.
El hipertiroidismo también puede alterar el ciclo menstrual y el equilibrio entre estrógenos y andrógenos.
3. Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
El SOP afecta a entre el 8 y el 13% de las mujeres en edad fértil y se asocia a desequilibrios entre andrógenos, insulina y estrógenos.
En algunos casos puede aumentar la libido, pero en la mayoría la resistencia a la insulina, la inflamación y los cambios emocionales la reducen significativamente. Además, los síntomas físicos (acné, aumento de vello, sobrepeso) impactan directamente en la autoestima sexual.
4. Menopausia y perimenopausia
La menopausia no es una enfermedad, pero la caída natural de los estrógenos y la testosterona provoca en algunas mujeres cambios en la respuesta sexual: sequedad vaginal, menor sensibilidad y descenso del deseo.
También influyen el insomnio, los sofocos y la alteración del estado de ánimo.
En esta etapa, cuidar la salud hormonal y la energía vital con suplementación adaptada puede marcar una gran diferencia.
5. Endometriosis
El dolor pélvico crónico, la inflamación y la ansiedad asociada a esta enfermedad afectan directamente al deseo.
Muchas mujeres desarrollan miedo anticipado al dolor durante las relaciones (dispareunia), lo que genera desconexión con la sexualidad.
Abordar la endometriosis de forma integral —tratando la inflamación, el estrés oxidativo y el bienestar emocional— es esencial para recuperar el placer.
En FemmeUp lo hacemos en colaboración con profesionales integrativ@s, tales cómo las fisioterapeutas especializadas en suelo pélvico y que tratan el dolor.
A nivel de suplementación, FEMMEUP ENDO es una potente formulación sinérgica de antioxidantes diseñada para, precisamente, mejorar esa inflamación y reducir el dolor, aportando bienestar y calidad de vida.
6. Depresión y ansiedad
Ambas condiciones alteran la comunicación entre cerebro y cuerpo, y reducen la producción de dopamina y oxitocina, neurotransmisores del placer y la motivación.
Además, los antidepresivos más comunes (ISRS) pueden disminuir la libido y dificultar el orgasmo. Actualmente el descenso de la libido es la primera causa de abandono del tratamiento de IRSS, así que este punto es importante a tener en cuenta.
Un buen acompañamiento psicológico y la revisión del tratamiento médico pueden ayudar a revertirlo.
7. Diabetes
La glucosa elevada daña los vasos sanguíneos y nervios que intervienen en la excitación sexual, reduciendo la sensibilidad y la lubricación.
En mujeres con resistencia a la insulina también hay una caída de la testosterona libre, que puede afectar directamente el deseo.
Mantener el equilibrio glucémico es clave para preservar una vida sexual sana.
8. Estrés crónico y fatiga suprarrenal
El exceso de cortisol actúa como un “freno” del eje hormonal reproductivo.
Cuando el cuerpo está en modo supervivencia, la prioridad no es el placer, sino conservar energía.
Esto se traduce en apatía, irritabilidad, bajo deseo y sensación de desconexión.
Reducir el estrés, mejorar el descanso y nutrir las glándulas suprarrenales ayuda a restablecer el equilibrio. Por eso FemmeUp Zen tiene estudios en mejora de la libido en personas con estrés y cortisol elevado.
9. Enfermedad hepática o intestinal
El hígado regula la metabolización de las hormonas sexuales.
Cuando está sobrecargado por estrés, inflamación o tóxicos, puede producirse un exceso de estrógenos o déficit de testosterona.
Por otro lado, un intestino alterado (disbiosis o permeabilidad intestinal) afecta la producción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, claves en el deseo sexual.
10. Enfermedades autoinmunes
Condiciones como el lupus o la tiroiditis de Hashimoto provocan inflamación sistémica, fatiga y dolor crónico.
Todo ello interfiere con la energía, el descanso y la libido.
Además, algunos tratamientos inmunosupresores o corticoides también pueden suprimir las hormonas sexuales.
💖 Recuperar el deseo: volver al centro
La libido no es un lujo, es una expresión de salud y vitalidad, que te genera una cascada de endorfinas muy saludables para tu bienstar y tu salud emocional.
Escuchar sus cambios es una forma de conocer lo que tu cuerpo necesita: descanso, nutrición, equilibrio hormonal o reconexión emocional.
Con el acompañamiento adecuado, una alimentación rica en antioxidantes y apoyo natural (como adaptógenos o fórmulas que equilibran ejes hormonales), es posible recuperar el deseo y la energía sexual desde dentro.
Aquí te damos las soluciones FemmeUp más utilizadas para mejorar la libido en estos casos:
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