Vitamina D y Magnesio
¿Te han recetado Vitamina D para cuidar tu salud ósea? ¿Cómo es tu última densiometría? ¿Tienes el magnesio que necesitas para cuidar tu salud ósea?
Las mujeres entorno a los 50 nos prescriben una densiometría para cuidar la salud ósea y prevenir la osteoporosis. Cuando el resultado es por debajo de -1 se considera que entramos en osteopenia, la fase previa para la osteoporosis.
El tratamiento habitual es prescribir vitamina D. Pero ¿De que manera debemos suplementarla? ¿Sola? ¿Con otras vitaminas y minerales? ¿Está aconsejadas las megadosis de vitamina D?
Vamos a empezar hablando del primer mineral imprescindible para la correcta absorción y funcionamiento de la vitamina D.
🔗 Relación entre vitamina D y magnesio
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El magnesio es cofactor de la vitamina D
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La vitamina D (colecalciferol) no es activa por sí misma.
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Necesita transformarse primero en hígado (25-OH-D) y luego en riñón (1,25-OH₂-D, la forma activa).
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Estas reacciones dependen de enzimas que requieren magnesio como cofactor.
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Sin magnesio suficiente, la vitamina D puede quedar “inactiva”, aunque tomes suplementos.
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La vitamina D regula el metabolismo del magnesio
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A su vez, la vitamina D influye en la absorción intestinal y balance del magnesio.
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Hay una relación bidireccional: si falta vitamina D, también puede disminuir la biodisponibilidad del magnesio.
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Ambos trabajan juntos para el hueso y el sistema inmune
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Vitamina D: aumenta absorción de calcio en el intestino.
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Magnesio: evita la cristalización excesiva del calcio y ayuda a incorporarlo al hueso.
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Juntos previenen desmineralización, osteoporosis y calcificaciones anómalas (arterias, riñón).
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Evidencia clínica
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Estudios muestran que la suplementación con vitamina D puede no funcionar en personas con déficit de magnesio.
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El déficit combinado se asocia a mayor riesgo de osteoporosis, debilidad muscular, depresión y resistencia inmunitaria baja.
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📌 Ejemplo práctico
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Si una persona toma vitamina D pero tiene bajo magnesio (muy común), puede no notar mejoras en energía, huesos ni inmunidad.
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Añadir 200–400 mg/día de magnesio (idealmente en bisglicinato) optimiza la activación de la vitamina D.
👉 En resumen:
El magnesio es el “interruptor” que enciende la vitamina D, y la vitamina D ayuda a mantener el magnesio en equilibrio. Siempre conviene suplementarlos de forma conjunta en personas con déficit o riesgo (ej. mujeres >50, menopausia, fatiga crónica, hueso débil).
📌 En conclusión, la evidencia científica confirma que:
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El magnesio es necesario para que la vitamina D se active y funcione.
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La deficiencia de magnesio limita los beneficios de la vitamina D en huesos, sistema inmune y metabolismo.
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Suplementar ambos de manera conjunta puede tener efectos más consistentes que hacerlo por separado.
- Los estudios detallan la sinergia de ambos nutrientes en salud ósea y prevención de calcificación arterial.
¿Sabias que FEMMEUP ENDO combina ambos nutrientes en las dosis indicadas para que sean efectivos?
📚 Referencias bibliográficas
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